He descubierto que hasta ahora no me he convertido en una mala B, no porque mi carácter sea tan bueno, sino porque no tengo concepto del dinero. Los hombres no pueden tentarme con dinero, no es que sea tan orgullosa, sino porque no tengo concepto del dinero. Dices que tienes una casa en Pekín y un coche en Shanghái, yo solo puedo admirarte sinceramente y sentirme orgullosa y feliz por ti: ¡increíble! Por supuesto que sé que estas cosas son caras, pero no me doy cuenta de cuán valiosas son. No sé cuánto dinero necesito ganar al año para tener un flujo de efectivo relativamente estable que me permita pagar el enganche de una casa. Tampoco tengo claro cuánto dinero he desperdiciado en Taobao a lo largo de los años, si lo hubiera ahorrado, ¿qué tipo de coche podría comprar? A veces, incluso puedo ser tan desinhibida que un millón aquí no significa nada. Un pequeño objetivo, para mí, realmente es solo un pequeño objetivo. Esto no me impide pedir comida a diario, y aún así busco aprovechar tres meses sin intereses en Huabei. Al pensarlo bien, esta especie de obstáculo en mi percepción del dinero me ha causado muchos problemas. El proyecto se ha hundido, bueno, se hundió y ya está, no sirve de nada que llame a la policía. Si pierdo con un perro de tierra, bueno, perdí y ya está, hay que aceptar la apuesta. Mientras tenga dinero para comer, mientras no esté en la calle, no importa cuánta pérdida tenga, no me hará reflexionar ni prestarle atención, puedo aceptarlo todo sin cuestionarlo. Pero en cosas contradictorias, me atasco en muchos pequeños detalles. Para ahorrar unos pocos yuanes, puedo pasar media hora buscando el mismo producto en toda la red para comparar precios, si olvido usar un cupón en la comida a domicilio, me castigo a mí misma prohibiéndome pedir té de leche por la tarde. El dinero para mí parece que solo necesita permitirme sobrevivir en este mundo. Nunca he sido realmente rica, ni realmente pobre. El verdadero poder adquisitivo del dinero es muy borroso para mí, no puedo cuantificarlo, y precisamente por eso, mi capacidad de gestión financiera es prácticamente cero. La planificación de mi vida es un gran lío. He hecho muchas cosas de recoger sésamo y perder sandías, a menudo no puedo distinguir entre las grandes y pequeñas decisiones de la vida. No me molesto en luchar por los beneficios que merezco, no tengo suficiente interés ni motivación para aprender, estudiar o ganar más dinero, vivo en la comodidad sin pensar en el peligro, y si pienso en el peligro, ¡directamente muero! Hago cualquier cosa por impulso y en el último momento, en cualquier elección trato de tomar el camino más fácil, hoy hay vino, hoy me embriago, dejo todos los riesgos para que mi futuro yo los soporte. Lo más aterrador es que esta confusión que tengo sobre el dinero me ha hecho perder el respeto por él....