En 2015, manifestantes rumanos arrojaron cadáveres de cerdo en el sitio de construcción de una mezquita planificada en Bucarest, Rumania. Este acto fue una protesta contra el proyecto de la mezquita y un acto de intimidación antimusulmana, ya que la carne de cerdo está prohibida en el Islam.  Tras las manifestaciones antimusulmanas, la asociación islámica abandonó el proyecto. Una de las razones reportadas fue que la enseñanza islámica prohíbe construir una mezquita en terreno "impuro".