Un hombre de 44 años fue al hospital después de que el pus comenzara a salir de su pecho, donde los médicos descubrieron un cuchillo que había estado incrustado en su cuerpo durante ocho años. Según el informe, no mostraba signos de dolor en el pecho, problemas respiratorios, tos o fiebre, y por lo demás gozaba de buena salud.