Mi dolor no puede ser experimentado por nadie más, lo que significa que la verdadera felicidad no puede ser definida por nadie más. La sensación de merecimiento de bajo nivel es material, mientras que la sensación de merecimiento de alto nivel es vivir la vida que quiero vivir. Nadie puede definir si soy un éxito o un fracaso. Todos podemos liberarnos de las ataduras de lo "normal", vivir nuestra vida a nuestro propio ritmo, sin prisa, floreciendo con libertad.