Hay una mujer en San Francisco que cobra 30,000 dólares por ponerle nombre a tu bebé. Comenzó cobrando 100 dólares, pero iba a cenar con capitalistas de riesgo y un amigo le dijo que cobrara más y nadie se sorprendió. El Área de la Bahía podría ser el mejor lugar del mundo para este tipo de negocio.