Las consecuencias de no leer son muy graves. Si una persona no lee, su sistema de valores será determinado por las personas que la rodean, porque no tiene otras vías de entrada, solo puede imitar a quienes están a su alrededor, o lentamente ser cambiado por el entorno; seguirá lo que esté de moda a su alrededor y nunca encontrará su propio camino. Leer enriquece el alma; los libros que hemos leído, aunque no recordemos su contenido, siguen existiendo en nuestra forma de hablar, en nuestro carácter, en la amplitud de nuestro corazón y en la grandeza de nuestro espíritu.